A las ricas empanadas de doña Emelina



Quienes conformaban el personal y prestigiaban todas estas historias, eran nuestros queridos colaboradores de la cual guardamos un cariño infinito.
Como no recordar a la Emelina, nuestra querida Maestra de cocina, una mujer de mucho ezfuerzo típica dama gordita, con un sentido del humor extremadamente desarrollado, buena para la talla, generosa y cariñosa, hacía las mejores empanadas de pino en Temuco, famosa entre los comensales de la ciudad, llegaba a tal su prestigio que cuando las hacia, se instalaba una pizarra fuera del local ( generalmente un sábado),que decia " Hoy, Las ricas empanadas de doña Emelina ", incluso los clientes hacian reservaciones desde la mañana y antes que las fabricara, generalmente faltaban y muchos se quedaban sin este delisioso manjar, ya que ella hacia un número limitado porque no tranzaba su calidad por la cantidad, su ayudante en la cocina era Gladys, mucho más joven que ella pero igual de sencilla y amable, el trabajo de estas personas no era nada de fácil, los extensos horarios, el lugar hacinado de la cocina seguramente les afectaba en su vida, pero ellas núnca se quejaron de su condición,como tantas mujeres que salen adelante con su familia a fuerza de sacrificios, con mucha generosidad, olvidandose de ellas mismas, para darles una vida digna a sus hijos.
Emelina, sé que ya no estas,tal vez no te dije que te admiraba...te lo digo ahora..

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